CARTA ABIERTA A JAIME NEBOT SAADI
Sr. Ab.
Jaime Nebot S.
Alcalde de Guayaquil
Ante la notable falta de profesionalismo del Museo Municipal de Guayaquil
(MUMG) en su situación actual, evidente en la mediocridad de su programación
expositiva, en la ausencia de expertos en su plantilla, y en una dirección
desinformada del acontecer artístico, los firmantes reclaman la atención de la
máxima autoridad del cabildo.
La mediocre labor del MUMG no se compadece del manejo propositivo de un
museo serio, compenetrado con los actores de la escena local y comprometido
con la cultura. Es público y notorio como ha venido instituyendo abiertamente
la censura como criterio en convocatorias, y dejando rastros claros de injerencias
verificables y manipulaciones vergonzosas en eventos como el Salón de Julio,
pretendiendo que éstas se naturalicen a partir de una retórica bienpensante.
Aunque se hagan pasar por simples mecanismos lo que hacen es empañar la
transparencia de este, su principal evento, cuya proyección histórica queremos
precautelar. En este caso, la estrategia de la institución no sólo ha pisoteado las
experiencias enriquecedoras recogidas durante algunas ediciones anteriores, y
afirmadas como tal por la crítica especializada y el público atento, sino que se ha
saltado de manera flagrante hasta las bases concebidas y perfeccionadas por el
personal competente que cada año es contratado para dirimir en este evento de
gran convocatoria.
De ninguna manera consideramos legítimo el sesgo de corrección política tras
del cual se oculta una didáctica conservadora que obstruye la necesaria
expresión y problematización de tópicos conflictivos de la realidad sociocultural,
negando al espectador la posibilidad de enfrentarse a propuestas artísticas que
amplían su horizonte critico y lo interpelen a profundidad sobre estos tópicos.
En una ciudad como la nuestra, tan necesitada de una oferta cultural más sólida
y renovadora, donde los espacios culturales son reducidos, la gestión de nuestras
instituciones artísticas se vuelve doblemente relevante. Son los ciudadanos
quienes tienen todo el derecho de interpelar la gestión de los funcionarios
públicos, quienes a su vez deben estar atentos a las críticas y no actuar como si
los predios del Museo fuesen un feudo privado.
Si bien debe reconocerse que el MUMG ha jugado –irregularmente eso si- un
rol protagónico en la ciudad en estos años, lastimosamente ha venido
coadyuvando a generar una red de complacencia y acatamiento de
procedimientos que vulneran la necesaria independencia de eventos como el
Salón de Julio, que la misma institución proclama como uno de sus aportes a la
cultura del país. En lugar de avanzar en su profesionalización y posicionamiento
internacional el Museo Municipal lastimosamente ha revertido este proceso
pretendiendo acallar todo tipo de polémica o situación de natural conflictividad
en las prácticas artísticas de toda época.
Se hace evidente la fragilidad institucional de espacios de carácter público
cuando son los “criterios” de determinados funcionarios los que dictan de
manera antojadiza y trasnochada estos modos de proceder, sobre todo si su
competencia puede ponerse sin dificultad en tela de duda.
Una muestra más de tanta arbitrariedad ha sido la entrevista dada por Víctor
Hugo Arellano, director del MUMG, contra los argumentos expuestos por Lupe
Álvarez al respecto de la situación de la gestión cultural en Guayaquil. Ambas
entrevistas fueron publicadas en diario El Telégrafo, en Agosto 23 y 21 de 2012,
respectivamente. En lugar de argumentar su punto de vista, Arellano opta por
la amenaza judicial para dirimir estas diferencias, siendo esta una de las
prácticas políticas más lamentables y patéticas que contaminan las dinámicas
del disenso propias de una sociedad democrática, y que con braveo e
intolerancia han enrarecido el aire del país. Esto no hace un hombre que
entienda de cultura.
Los aquí firmantes nos mostramos contrarios a estas estrategias intimidatorias
de parte de funcionarios públicos –o de cualquier índole–, y confirmamos la
necesidad de replantear la gestión cultural en la ciudad, de transparentarla e
innovarla profesionalmente. Conminamos al Director de Promoción Cívica y
Cultura del M.I. Municipio de Guayaquil a que convoque en los predios de
NUESTRO museo a una serie de debates públicos donde se dirima esta
problemática y otras más en cuanto a la gestión cultural en la ciudad, habida
cuenta de un malestar acumulado en la escena local. Se espera con esto abrir
un espacio de diálogo honesto que tenga los intereses de la comunidad
artística como prioridad.
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