Nobel Peace Prize
Yoani Sánchez es una lante mujer cubana de 36 años. Es casada y tiene un hijo. Nunca ha agredido a nadie pero ella si ha sido agredida infinidad de veces. Sus únicas armas: Una computadora para escribir su blog y un teléfono para mandar sus tuits. Su blog y sus tuits son su arma para denunciar los abusos del régimen totalitario cubano. Con su computadora y su teléfono celular permite al mundo conocer desde dentro todos los atropellos que los ciudadanos cubanos opuestos al gobierno castrista sufren. Crea su blog “Generación Y” definido según sus propias palabras como un “Blog inspirado en gente como yo, con nombres que comienzan o contienen una "i griega". Nacidos en la Cuba de los años 70s y los 80s, marcados por las escuelas al campo, los muñequitos rusos, las salidas ilegales y la frustración.” El blog de Yoani ha sido la voz crítica de todas las acciones del gobierno en contra del pueblo cubano, sean las prohibiciones de entrar en lugares reservados para los extranjeros, las detenciones ilegales, los ataques a las damas de blanco, etc. Yoani se ha convertido en el símbolo de la disidencia (oposición) al régimen cubano. La calidad de su trabajo junto a su extraordinario profesionalismo la hizo acreedora en mayo de 2008 al premio de periodismo Ortega y Gasset en la categoría de trabajo digital. A pesar de la presión de las autoridades policiacas cubanas que la citaron y le advirtieron que "había traspasado todos los límites" con su blog, ella mantuvo su postura vertical, siempre defendiendo la verdad y la libertad con su única arma: La palabra. Sus “tuits” permiten al mundo conocer lo que pasa en cuba al igual que el estado mental del pueblo a través de les reflexiones de Yoani. Gandhi decía que la cultura de una nación reside en los corazones y en el alma de su pueblo”. Yoani representa la cultura de Cuba a través de su corazón y su alma. Por eso es que consideramos que Yoani Sánchez merece ser considerada fuerte candidata para ganar el premio Nobel de la Paz. Cuando termine la pesadilla en Cuba pocas personas recordarán el nombre de algún ministro, con el tiempo nadie podrá recordar a los generales que velaron por la revolución o a los funcionarios que la mantuvieron segura. Al final recordaremos a Fidel Castro por comenzar la pesadilla y a Yoani Sánchez como símbolo de aquellos que la terminaron.
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