Rechazo BDS UC
Como ex-alumnos de la Pontificia Universidad Católica de Chile, queremos manifestar nuestro más categórico rechazo a la decisión adoptada por el Consejo de Federación de nuestra universidad, de cortar vínculos institucionales con la Universidad Hebrea de Jerusalén y la Universidad Tecnológica de Israel, Technion. Esta decisión se tomó como parte de una campaña internacional que aspira a boicotear todo aquello que provenga de ese país.
Quienes suscribimos al presente documento, nos sentimos orgullosos de optar por la Universidad Católica, que abrió nuestras mentes al conocimiento universal y a una formación de nivel internacional.
Parte importante del valor de ser alumno de una universidad como la Católica, está dado por la importancia que se la da al debate intelectual, a la libertad de cátedra, al cuestionamiento de alto nivel. No imaginamos una universidad que censure, que en definitiva castre la discusión o bloquee el intercambio con otras casas de estudio del más alto nivel, perjudicando a quienes queremos que nuestros hijos sean, como nosotros, ex alumnos de una de las 150 universidades más prestigiosas del mundo.
Más allá de las legitimas diferencias que todos podemos tener respecto de un conflicto tan complejo y doloroso como el conflicto palestino-israelí, creemos que su solución no pasa por cortar relaciones con universidades. Son justamente las universidades, en su rol de instituciones generadoras de ideas, las encargadas de fomentar el dialogo, el debate y la discusión en un marco de respeto, en el cual confluyan todas las visiones y miradas de la sociedad. Es por ello que consideramos que el Consejo de Federación, dio un portazo a los más altos principios que rigen a nuestra comunidad universitaria.
Creemos que con esta decisión de los representantes estudiantiles, no se ha hecho más que perjudicar a nuestra universidad, intentando cortar vínculos con dos universidades de gran prestigio internacional, como a su vez, privando a los actuales y futuros estudiantes de utilizar dichos convenios de intercambio para ver con sus propios ojos lo que ocurre en Medio Oriente y formar así su propio juicio.
Con esto no pretendemos que no se critique o no se discuta desde la visión que cada uno tiene, pero nos parece impresentable que se intente imponer una sola visión ¿Qué vendrá después, la imposición del quiebre de los vínculos con quién? Las universidades están para provocar los cambios construyendo no destruyendo lazos y ampliando las miradas no sesgándolas.
Los que firmamos esta carta lo hacemos con la esperanza de que la Universidad Católica sea cada día una lugar más de encuentro que de desencuentro y se sigan firmando convenios con las más importantes universidades del mundo, lo que irá sólo en beneficio de los alumnos y en definitiva de Chile, que es lo que todos buscamos.
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